La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), si no se controla, puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), uno de los principales contribuyentes a los casos de trasplante de hígado. La intervención temprana puede evitar que la EHNA progrese a fibrosis severa, una condición que puede resultar en cirrosis o cáncer de hígado. Actualmente, los médicos usan biopsias para detectar fibrosis avanzada en pacientes con EHGNA, un método que a menudo desalienta a los pacientes a buscar atención médica inmediata. Ahora, una nueva prueba tiene el potencial de abordar esta necesidad médica no satisfecha.