Con un plazo de ejecución de dos años, este procedimiento tiene como objetivo asegurar la actividad diaria del laboratorio anatomopatológico en el sentido de poder realizar pruebas analíticas necesarias para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de enfermedades.
Para ello, se requiere del suministro del material preciso (reactivos, anticuerpos, cubetas, material de limpieza y fungibles) para efectuar las determinaciones inmunohistoquímicas -un método para el que se usan anticuerpos a fin de determinar la presencia de marcadores- en el equipo procesador denominado BOND III.