Anatomía patológica es uno de los departamentos que mayor colapso de trabajo tiene en los centros hospitalarios españoles. En el caso concreto del cáncer, el flujo de trabajo de los profesionales, asentado en su gran mayoría sobre fórmulas analógicas que ralentizan el proceso, retrasa la obtención de un diagnóstico determinante en pacientes oncológicos.
De media, los diagnosticados conocen el resultado del análisis de sus biopsias unos 15 días después de la intervención. En algunos casos, la espera se dilata incluso hasta los 30 días. Sin embargo, es posible acelerar el proceso y conseguir un informe casi de forma inmediata con la digitalización del área de anatomía patológica.