De entre las más de 50.000 preparaciones histológicas que genera cada año el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), y que después se transforman en imágenes microscópicas digitales de alta resolución, algunas podrían requerir de una opinión de un patólogo externo al centro debido a las dudas clínicas que pudieran suscitar. Y hacer eso desde un mismo sistema tecnológico hasta hace pocos meses era casi una utopía.